Se cumple hoy un año del voto “No positivo” de Cobos contra las retenciones móviles. Aquí, el escenario que dejó aquella madrugada del Senado, y las impresiones de ese día.
“Que la historia me juzgue… mi voto no es positivo”
(Julio Cobos, vicepresidente de la Nación, en la madrugada más tensa del Senado de la Nación en los años de democracia desde 1983. Fue el 17 de Julio de 2008 a las 4:25 de la madrugada)
Difícilmente Julio César Cleto Cobos haya pensado, en ese momento, el país que sobrevendría en el año siguiente a su famoso voto “no positivo”. Muchos aspectos políticos cambiaron desde esa madrugada, después de meses enteros de piquetes rurales, enfrentamientos, desabastecimiento cruel en las góndolas argentinas, especulación, suba de precios, carencia de combustibles; y la división social y política tensada a más no poder; con gobernadores y una miríada de dirigentes a favor y en contra de las retenciones móviles a las exportaciones, con el poder crispado al máximo, con la multitudinaria plaza del “No” a la resolución 125, y con la del “Sí” del oficialismo, encabezado por Néstor Kirchner y con varios mandatarios en primera fila, entre ellos Celso Alejandro Jaque.
Llegamos a ese día con el país revuelto, partido al medio, divorciado, con cacerolazos incipientes, y la madrugada con incidentes incluidos en la Plaza de Mayo. El clima político y social era muy parecido al de 2001.
Desde aquella madrugada difícil, podríamos decir que el kirchnerismo en el poder ha recorrido un largo camino a los tumbos y en pleno descenso. Y que otras opciones, dentro y fuera del peronismo han surgido como alternativa en el poder. Y hay más: Cobos se convirtió en un referente nacional, el hombre con la mejor imagen del país, pero sin una estructura propia que sustente su proyecto político. Por eso hoy mismo radicales y cobistas pelean por ser dueños de la “marca” Cobos, si tal cosa fuera posible. En el medio, los Kirchner perdieron las elecciones, votaron unas cuantas leyes que perjudicaron a las provincias, e incautaron los dineros de la Anses, del que ahora se hace un uso discrecional. Y es la “caja” más grande del país. Hoy los hombres fuertes son otros. Los De Narváez, los Reutemann, los Solá, los Cobos, los Macri, los Pino Solanas… Y aun una vetusta y vapuleada UCR ha recuperado protagonismo, como lo hará el Congreso de la Nación, que aquella noche –un año atrás- se quitó por un tiempo el mote de “escribanía” con la cual certificar los actos de gobierno. En lo económico, referido estrictamente a la situación del campo, alcanza con decir que el país está a un tris de importar granos, carne y leche, y que la producción mendocina frutihortícola está virtualmente arrasada. Un año después del “No Positivo”, también Celso Jaque ha perdido las elecciones, pero por razones que no tienen que ver con las de Kirchner. No totalmente al menos, aunque ahora compartan el destino y queden indisimulablemente unidos. Aquí, Cobos arrasó y construyó la victoria más amplia sobre el PJ.
Hoy, se podría decir que el kirchnerismo es un poder en retirada, que busca concentrarse en sí mismo a través de una reforma política consensuada con estructuras partidarias, lo que le permitirá negociar mejor su salida. Después de haber entregado ministros y uno de sus hombres clave, como Ricardo Jaime, los Kirchner se aferran al poder que les queda. No lo van a rifar. El “pingüino” no es de esos.
El país cambió en la noche del No Positivo. Desde ese día Cobos se convirtió en héroe y traidor. En Justiciero y farsante. Las dos caras de la moneda según la preferencia política y las creencias de cada uno.
Hoy –simplemente- recordamos ese punto de inflexión en la historia moderna del país, tal como sucedió, para comprender lo que pasó en los doce meses recorridos hasta hoy, y lo que nos puede deparar el destino.
En primera persona, el editor Jorge Fernández Rojas cuenta cómo vivió él esa noche, y las impresiones que le quedarán para siempre. De acuerdo a su óptica, simplemente Cobos no quería votar. Fernández Rojas, como enviado entonces del diario Los Andes, fue uno de los testigos privilegiados de lo que ocurrió esa madrugada.
Desde la redacción, otro editor, Luis Abrego, relata la “experiencia online” de MDZ. Este diario, que aun no cumplía un año, fue el único en tener las intervenciones de todos los senadores, y una cobertura integral y completa de todo lo que pasó en el Senado de la Nación. Fue también un reto, y la primera vez que se hacía una cobertura online de esa naturaleza en Mendoza.
Así, con una mirada sobre aquel día, recordamos el voto que cambió la vida política del país, y que marcó el divorcio de la sociedad con el poder gobernante desde 2003, separación que se certificó en las últimas elecciones.
Fuente: MDZOL
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